
A Home-Made Man
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Un hombre de fuerte constitución busca un empleado para su gimnasio, pero contrata a un inepto joven que solo causa caos. La historia se desarrolla en un gimnasio y cafetería, donde la torpeza de Lloyd desata una serie de cómicas desventuras.
El corpulento propietario del Gimnasio y Café Business Man está en problemas. Entre todos sus alumnos de fuerza no hay un mezclador de refrescos en el grupo y la clientela de la fuente de sodas está sufriendo. Cuela un letrero de "se busca hombre" y espera resultados. Un golpe suena en la puerta y entra una anciana. Con ella está su hijo Lloyd, quien solicita el trabajo de mezclador de refrescos. Es aceptado, se pone su delantal y comienza a mezclar las bebidas. Como empleado en el mostrador de sodas, Lloyd es un completo desastre y no tiene remedio. Intenta imitar el estilo artístico de sus compañeros en la fuente, pero solo logra derramar las bebidas por todas partes. También tiene poca suerte sirviendo las órdenes de comida. Un cliente pide un tomate relleno y Lloyd, al ver a su compañero, decide intentar hacerlo él mismo. Lo rellena con todo lo que encuentra detrás del mostrador hasta que queda completamente deformado. Cuando el cliente lo pincha con su tenedor, explota en su cara. Por esto, Lloyd es sacado del mostrador y puesto a trabajar en el gimnasio como instructor. Intenta enseñar a la clase sobre el uso de clubes indios, pero comete un error con sus órdenes y toda la clase termina noqueada. Cuando intenta mostrarles cómo realizar acrobacias en los anillos voladores, los aterra con sus movimientos descontrolados que lo lanzan por la ventana, muy por encima de la ciudad. El propietario llega justo a tiempo para ver a Lloyd hacer algo más ridículo de lo habitual. Se enfurece y le dice a Lloyd que le va a dar lecciones de boxeo. En el piso de arriba, una señora hace ejercicio y salta hacia arriba y hacia abajo. Su peso desplaza uno de los focos de la luz del techo, justo encima de la cabeza del propietario del gimnasio. Justo cuando Lloyd hace su movimiento, el foco le golpea en la cabeza, dejándolo inconsciente de pie. Otros focos caen hasta que el corpulento instructor queda completamente noqueado, y Lloyd es aclamado como el campeón del gimnasio.
- Lloyd HamiltonEl sirviente de soda
- Lucille HuttonEl Novio Estúpido
- Kewpie MorganEl gerente de la fuente del gimnasio
- John WayneHombre en taburete