Después de una producción problemática en Superman, el director Richard Donner abandonó la secuela. Los productores entonces contrataron a Richard Lester (Help!) para dirigir Superman II, lo que obligó al nuevo director a volver a filmar varias escenas ya terminadas para poder recibir el debido crédito. Los cambios son evidentes cuando notamos un mayor uso del humor, además de que toda la secuencia final de la película fue modificada. De cualquier forma, eso no borra los méritos del filme, que presenta la llegada de tres criminales kryptonianos que buscan vengarse del Hombre de Acero. Una gran película para ver (y disfrutar) en familia.
Podemos decir que los aciertos de Superman II se convirtieron en la perdición de Superman III. Desafortunadamente, el director Richard Lester decidió profundizar aún más en el humor, sumando al actor Richard Pryor como antagonista. Con un guion confuso, la película se alarga por más de dos horas. Tal vez la mejor parte aquí sea la pelea del Hombre de Acero contra una especie de "gemelo maligno", lo cual no tiene mucho sentido, pero ha generado buenos memes en tiempos recientes. Recomendada solo para los fans más acérrimos del personaje.
Después de Superman III, los derechos del personaje terminaron en manos de Cannon Films, famosa por sus producciones de bajo presupuesto en los años 80. Christopher Reeve solo aceptó volver al papel que lo hizo famoso tras llegar a un acuerdo con la nueva productora, que incluía un guion con un mensaje de paz en tiempos de la Guerra Fría. Gene Hackman también aceptó regresar como Lex Luthor. Aun con todo esto, el Superman IV fue víctima de una producción caótica y apresurada, además de una edición que eliminó varias escenas del corte final. Falta dirección, actuación, efectos especiales… prácticamente todo. Un final melancólico para la saga del personaje. De cualquier forma, sigue siendo el Superman de Christopher Reeve, quien fue grande y aún tiene sus méritos.