‘El Hombre Araña’ (‘Spider-Man’) no sólo es la primera adaptación exitosa del héroe de Marvel a la pantalla grande, sino que también (junto con películas como ‘X-Men’) es el epicentro del “boom” de los superhéroes en el cine, que inició en la década de los 2000. Esta película no pertenece a la continuidad de ninguna megafranquicia, sino que se trata simplemente de la historia de origen de Peter Parker (Tobey Maguire), un tímido adolescente que es mordido por una araña genéticamente modificada, lo que lo dota con los poderes de un arácnido. Así, debe proteger a Nueva York del crimen y de la amenaza de un súper villano: el Duende Verde (el brillante Willem Dafoe). La singular óptica de Sam Raimi (director de clásicos como ‘El despertar del diablo: Posesión infernal’ y ‘Darkman’), abraza sin miedo los aspectos más estrafalarios de los cómics, al tiempo que logra capturar su lado trágico, adaptando –con modificaciones– pasajes del impreso vistos en ‘Spectacular Spider-Man’ #2 y ‘Amazing Spider-Man’ #122. Es una película que complace tanto a fans del trepamuros como a espectadores casuales, y aunque ya se le nota el paso de los años, se mantiene como una sólida adaptación.
Con Sam Raimi de nuevo como director, Tobey Maguire, Kirsten Dunst y James Franco regresaron para una secuela directa en la historia de Peter Parker, ahora con Alfred Molina como el villano Otto Octavius, en la que –para muchos– sigue siendo la mejor película hecha hasta ahora del trepamuros, con una historia basada en una de las entregas más icónicas de los cómics: ‘Amazing Spider-Man #50’. ‘El Hombre Araña 2’ (‘Spider-Man 2’) sigue a Peter Parker en su intento por conciliar sus responsabilidades como justiciero con su vida personal, al tiempo que el amor de su vida se aleja cada vez más y su mentor se convierte en una nueva amenaza para Nueva York.
La tercera y última entrega en la trilogía de Sam Raimi ve a Peter Parker infectado por un ser del espacio que no sólo incrementa sus poderes y le brinda un disfraz negro, sino que altera su personalidad, haciéndolo más confiado y arrogante, al grado de alejar a todos quienes ama. ‘El Hombre Araña 3’ (‘Spider-Man 3’) tuvo varios conflictos creativos entre Raimi y el productor Avi Arad, y se nota en el resultado: la película tiene un guión disperso, un exceso de villanos, y escenas que dieron tanta pena ajena que fueron parodiadas incluso en futuras películas del trepamuros. Pero tiene sus puntos positivos, además de concluir la historia de los Osborn y presentar la primera versión de Venom en pantalla grande.
Con la trilogía de Raimi concluida en 2007, la siguiente adaptación del trepamuros al cine fue pensada para un mundo en el que Christopher Nolan ya había dotado al cine de superhéroes de cierto aire de realismo con ‘Batman inicia’ y ‘El caballero de la noche’. Ahora protagonizada por Andrew Garfield y Emma Stone, y dirigida por Marc Webb (de ‘(500) Días con ella’), ‘El sorprendente Hombre Araña’ (‘The Amazing Spider-Man’) toma inspiración de la línea ‘Ultimate’ de Marvel Comics para reinventar un poco el origen de Peter Parker, vinculándolo más a las intrigas corporativas de Oscorp y al villano en turno, el Dr. Connors. Es una perspectiva más aterrizada y dramática del superhéroe, que cambia la comedia por el drama y el romance con buenos resultados.
Para bien y mal, ‘El sorprendente Hombre Araña 2: La amenaza de Electro’ (‘The Amazing Spider-Man 2’) padeció del mismo mal que ‘El Hombre Araña 3’: demasiados villanos y subtramas que resultan en un guión disperso que diluye su impacto, llevando a esta nueva saga del arácnido a una tumba demasiado temprana. Sin embargo, la película tiene muy buenos combates y efectos especiales, con una historia que vincula el pasado de Peter y sus padres a la siniestra corporación Oscorp, y además logra adaptar uno de los pasajes más trágicos en toda la historia del superhéroe.
