Esta película lidia con el muy conocido estereotipo negativo alrededor de los hombres que bailan ballet, así como con los conceptos tradicionales de masculinidad, la falta de una madre en la familia, y las relaciones entre padres e hijos. Billy Elliot – nominada a tres premios Óscar, incluido mejor actriz para Julie Walters – corona todo lo anterior con muy emotivas actuaciones, sobre todo la de Jamie Bell en el papel que lo lanzó al estrellato.
Mi yo del futuro is a fun Prime Video comedy that manages to surprise and touch in equal measure. A coming-of-age story, the film follows Elliott (Maisy Stella), an 18-year-old free spirit who comes face-to-face with her 39-year-old self (Aubrey Plaza). However, when this older (and, according to Elliott, idiotic) version starts giving advice on what her younger self should or shouldn’t do, Elliott realizes she needs to rethink everything about family, love, and what is turning into a life-changing summer.
‘Perdidos en Tokio’ (‘Lost in Translation’) es el segundo largometraje de Sofia Coppola como directora luego de ‘Vírgenes suicidas’, con una historia inspirada en su propia experiencia en Japón, cargada de sensibilidad, melancolía y angustia existencial – acentuadas por su estilo visual, logrado con luz natural y un rodaje estilo “guerrilla” –, pero con una justa dosis de humor para balancear su exploración de la soledad, la dislocación cultural y la desilusión. La película marcó un parteaguas, primero, en la carrera de Coppola, quien se convirtió en apenas la tercera mujer en la historia de los Oscar en ser nominada como Mejor directora (después de Jane Campion y Lina Wertmüller), en la primera mujer estadounidense nominada en la categoría, además de la más joven. También fue la primera mujer en ser nominada al premio por dirigir, producir y escribir una película, aunque sólo obtuvo el Oscar a Mejor guion. Para Bill Murray, la película le valió un Globo de Oro y su primera nominación al Premio de la Academia como Mejor actor, en una etapa que marcó el resurgimiento de su carrera como actor dramático después de producciones como ‘Tres son multitud’ (‘Rushmore’), de Wes Anderson. Para Scarlett Johansson, ‘Perdidos en Tokio’ fue, después de ‘Mundo fantasma’ (‘Ghost World’) dos años antes, su transición oficial a roles dramáticos adultos y serios, lanzando su carrera con el BAFTA a Mejor actriz.