La pérdida y los traumas familiares han sido un tema fértil en el terror de los últimos años, con películas como Relic. En ese mismo terreno doméstico podemos encontrar a Huye, conejo, huye (Run Rabbit Run, también conocida como Niña buena, niña mala). La película sigue a una doctora en fertilidad (Sarah Snook, Succession), cuya hija de siete años (Lily LaTorre) comienza a tener comportamientos extraños que emulan a los de una persona en la familia que murió mucho tiempo atrás. La película construye tensión alrededor de esta intriga, revelando poco a poco los eventos que condujeron a la tragedia en el pasado. Su falta de novedad es compensada por una atmósfera genuinamente tensa y aterradora, con grandes actuaciones de Snook y la debutante Lily LaTorre.
La directora y guionista Jennifer Kent entrega una película de terror sobrenatural que da un giro refrescante a los monstruos debajo de la cama. ¿Son estos entidades malévolas que nos acechan desde fuera, o viven dentro de nosotros? La genial Babadook, estrenada en el Festival de Sundance y doble premiada en el Festival de Sitges, plantea que los demonios están en el dolor por la pérdida y el miedo a fracasar como madre, fuentes auténticas del verdadero terror.
Después de aterrorizar a toda una sala en el Festival de Sundance, ‘El legado del diablo’ fue llamada inmediatamente una joya del cine de terror, y con buena razón. Con esta ópera prima, Ari Aster crea una perturbadora atmósfera sobrenatural que disfraza un miedo auténtico: aquél que se dirige a los oscuros legados de nuestra herencia familiar.