Con semejante legado en el cine de artes marciales, uno esperaría que una película china de dicho género tendría los mejores estándares en coreografía y cinematografía para, más que otra cosa, ejecutar bien sus escenas de acción. Pero como sucede en cualquier industria del mundo, en la de China también hay de todo. ‘Puños de la venganza’ (‘Crazy Fist’) suena bien en papel, pero en la ejecución se nota el pobre trabajo de cámara, de acrobacias con cables, golpes fingidos y la utilería falsa, al grado de caer en el humor involuntario. Como tal, es posible que su destino sea convertirse en una de esas películas de culto gracias a su calidad de “tan mala que es buena”, pero eso sólo el tiempo lo dirá.
Garra de Hierro fue catalogada como "la gran película de Zac Efron". No es para menos: la película, injustamente ignorada por los Oscar, quería llamar la atención del público como el punto de inflexión en la carrera del astro de High School Musical al contar la historia de un luchador de lucha libre que vive bajo una maldición. ¿Película de terror? Casi eso: aquí, forma parte de una familia donde casi todo sale mal. La gente muere inesperadamente, resulta gravemente herida, renuncia a seguir adelante. Garra de Hierro, por lo tanto, es una historia dura, muy emocional y que sorprende por su realismo. El hecho es que con Oscar o sin él, la película es la realización de una buena historia que se cuenta. Puede que le falte el momento climático que tanto promete, pero sigue siendo impactante, bien filmada, aporta buenas ideas y, sobre todo, es un hito en la carrera de Zac Efron, sin recurrir nunca a la exageración o al "anzuelo del Oscar". Es cine sincero, algo que, en tiempos de efectos especiales exagerados y tramas enrevesadas, es un verdadero alivio. Lee más en la crítica completa de Garra de hierro.