Con Marc Webb de vuelta en la dirección y tanto Andrew Garfield y Emma Stone en los roles principales, El sorprendente Hombre Araña 2: La amenaza de Electro (The Amazing Spider-Man 2) continúa la historia establecida en la entrega anterior, que vincula al pasado de Peter Parker y sus padres con la siniestra Oscorp, de donde también se originan nuevos villanos que el héroe debe enfrentar. Sin embargo, en la carrera de los estudios por establecer sus propios universos cinematográficos al estilo de Marvel Studios, esta película sufre de lo mismo que El Hombre Araña 3, de Sam Raimi: demasiados villanos y subtramas que resultan en un guión disperso que diluye su impacto. Sin embargo, la película tiene sus virtudes, como unos muy buenos efectos especiales y la adaptación de uno de los pasajes más trágicos en todos los cómics del trepamuros.
Para los fans del terror y lo sobrenatural, ‘El habitante’ tiene sello de calidad, pues fue nominada como mejor película en el Festival de Sitges, uno de los más importantes del género. Se trata de una producción mexicana con una atrapante atmósfera, que ejecuta bien todas las convenciones del género. No te la puedes perder si te jactas de ser conocedor del cine hecho en México.
Zona de choque (Shorta) es un thriller danés repleto de tensión, con una narrativa cruda, ácida y realista. En varios momentos recuerda a obras como La Haine o Los miserables, de Ladj Ly. La trama sigue a dos policías que patrullan un barrio marginalizado de Copenhague cuando surge la noticia de que un joven árabe murió bajo custodia policial. Los ánimos hierven hasta explotar, y en poco tiempo el barrio donde están los policías es tomado por las protestas, convirtiéndose en un ambiente totalmente peligroso para ellos. Con este planteamiento, se trata de un thriller de acción y supervivencia a lo largo de una noche, con el depredador convertido en la presa y los dos protagonistas, junto con un adolescente en custodia, buscando cómo escapar del laberinto de violencia. Dotada de escenas muy bien coreografiadas, excelente fotografía y una creciente tensión que no deja ni respirar, estamos ante una gran película dentro de este género, cuyo mayor acierto es su posicionamiento sociopolítico, que no coloca a los policías bajo una falsa óptica de heroísmo, y retrata bien las complejidades e implicaciones de los choques por tensión racial, evitando la marginalización estereotipada de grupos sociales. Por el contrario, hace una representación cruda de la violencia policiaca. La película fue exhibida en diversos festivales, entre ellos el de Venecia y el de Róterdam.