Una de las comedias mexicanas populares más recientes –e inteligentes– es Corina, película que le debe un poco a filmografías como la de Amélie. La historia trata sobre una joven agorafóbica que, tras cometer un grave error en la editorial donde trabaja, debe abandonar el confort de su reducida cuadra para remediarlo.
Cindy la regia, inspirada en la icónica tira cómida de Cucamonga, es una de las mejores películas de comedia mexicanas en tiempos recientes, pues a pesar de no ser especialmente propositiva o compleja, tiene divertidas actuaciones, una buena dirección y una gran historia sobre una chica fresa del norte de México (Cassandra Sánchez Navarro), quien escapa de su boda para irse a la Ciudad de México, donde al vivir por sí misma comienza a descubrir lo que en verdad quiere.
Una de las mejores comedias mexicanas es Las niñas bien, dirigida por Alejandra Márquez Abella y basada en el libro de Guadalupe Loaeza. Protagonizada por Ilse Salas, esta sátira social aborda la frivolidad y vacío de la clase media alta mexicana durante la crisis económica de los años 80.
Una mañana, Eligio despierta y se da cuenta de que Susana, su esposa, lo abandonó sin dejar rastro. Entonces él descubre que se fue a Estados Unidos y decide alcanzarla, pero su viaje lo hace enfrentar el choque con la cultura de ese país mientras, en medio del duro invierno, él y Susana redescubren su relación en Me estás matando Susana, una divertida comedia romántica con Gael García Bernal como protagonista.
Honestamente, ¿quién no teme llegar al “tercer piso”? Treintona, soltera y fantástica es una comedia sobre las presiones que suelen acompañar a la edad, y una mujer que decide no ceder a ellas. Inés, exitosa en su carrera, decide cortar a su aburrido novio cuando él le propone matrimonio, con lo que da inicio a un divertido viaje para redescubrirse.